La Capilla de Piedra
Fue construida hace 10 años por el señor Luis Antonio Guillén, nativo de la zona y que lleva viviendo 28 años en una casa a pocos metros de la obra. Su motivo, menciona él, fue una promesa al doctor José Gregorio Hernández. Además, afirma que sus ambiciones respecto a la construcción no contemplan un fin monetario, sino que a pesar de lo pequeña que es “sea parte de la comunidad, para que el que quiera cumplir una promesa, casarse o bautizar a un niño lo pueda hacer.”
» Una persona edifica una construcción
probablemente sin tener formación, pero
reproduce en ellos los elementos que han
formado parte de su imaginario «
Es indudable el fin religioso con el que fue ideada esta obra. Anualmente, cada segundo sábado de diciembre desde la finalización de la capilla, se celebra una misa en conmemoración a la promesa antes mencionada. José Amílcar,
antiguo sacerdote de la comunidad y quien
ofició la misa desde el año 2010 hasta el 2013, nos manifiesta “José Gregorio Hernández, es un personaje cercano en el corazón de cada andino y cada vez más aumenta la expectativa por su beatificación.”
Actualmente, la obra está atravesando un proceso de renovación, donde el señor Antonio Guillén se vio en la necesidad de reforzar los pilares que la sustentan, dando lugar a una remodelación de la fachada, en la cual incrementó la dimensión de las columnas y agregó una serie de arcos; consecuentemente, el frente ha perdido su simpleza, ganando así una grandiosidad que en sus inicios no estaba contemplada. La comunidad es la responsable de la preservación de este patrimonio. El Instituto Latinoamericano de Museos (Fundación ILAM), especifica que “todo patrimonio se genera localmente, y es producido en un espacio y en un tiempo histórico determinado.”